Aprovechó las vacaciones en el pueblo para acercarse a una zona donde la gente se dedicaba a la pesca del cangrejo.
Le llamó la atención ver que todos los pescadores tenían dos cubos para meter los cangrejos. Uno estaba destapado y el otro estaba tapado.
En uno metemos el cangrejo oriental, en otro el cangrejo occidental. Los cangrejos orientales colaboran para salir, tenemos que tapar el cubo. Los cangrejos occidentales compiten para salir, no hace falta tapar el cubo -fué la respuesta que recibió, cuando preguntó a uno de los pescadores.
