Un barquero en su pequeña barca llevaba un especialista a un congreso que se celebraba en una isla que había a varias millas de la población.
La situación invitaba a la conversación. Hablaron de muchas cosas, la formación entre ellas.
¿Y dice que nunca leyó un libro? -preguntó el especialista. El barquero asintió con la cabeza. Pues sepa usted que ha perdido media vida.
Estaban en la mitad del trayecto, cuando el agua empezó a entrar en la vieja barca.
¿Sabe nadar? -preguntó el barquero. El especialista negó con la cabeza. Pues sepa usted que ha perdido la vida entera.